Seguros
Última actualización: 12/5-2023
Existen varios tipos de seguros privados que puedes contratar para protegerte a ti y tus pertenencias. Un seguro te permite obtener una compensación si le ocurre algún accidente a la persona o el objeto asegurado.
Los seguros privados son diferentes de los seguros públicos gestionados por la Agencia Sueca de Seguro Social y la Oficina Nacional de Pensiones de Suecia. Entre los seguros públicos (también denominados "sociales") se incluyen, por ejemplo, la prestación por enfermedad, la pensión y el subsidio parental. Es posible que precises de coberturas adicionales para ti y tus pertenencias aparte de los seguros sociales.
Los seguros se suscriben a través de una compañía de seguros. Al importe que se paga por un seguro se le denomina prima.
Seguro del hogar
El seguro del hogar ofrece la cobertura básica que todos necesitan. En Suecia, prácticamente todo el mundo cuenta con un seguro del hogar. Te aconsejamos que suscribas uno. Entre otros, este seguro protege las propiedades de los incendios, accidentes y robos. El seguro del hogar comprende igualmente un seguro de responsabilidad civil, cobertura legal y seguros contra agresiones y de viaje.
Seguros personales
Seguro infantil
La mayoría de los padres optan por contratar un seguro infantil para sus hijos. Dicho seguro puede ofrecer una compensación, entre otros, por discapacidades físicas o mentales de carácter permanente si tu hijo sufre una enfermedad o incapacidad laboral de larga duración. Las coberturas del seguro infantil varían. Por ello es importante que leas atentamente el contenido de la póliza antes de suscribirla. Un buen seguro infantil indemniza tanto las enfermedades como los accidentes.
Seguro de enfermedad y accidentes
Un seguro de enfermedad y accidentes puede brindarte una compensación económica si enfermas o sufres un accidente.
Seguro de vida
El seguro de vida puede rendir una compensación económica a tus sobrevivientes en caso de fallecer tú.
Seguros de vehículo
Si posees un vehículo, la ley te obliga a contar con un seguro de vehículo contra terceros para poder conducirlo. Has de contar con este seguro desde la fecha de adquisición del vehículo. En caso de no esta asegurado deberás pagar una tasa de aseguramiento contra terceros, que se aplica por cada día en que el vehículo se encuentra sin asegurar y tiene un coste muy superior a la prima de un seguro convencional.
El seguro de vehículos contra terceros indemniza todas las lesiones y daños contra la propiedad que hayas ocasionado con el automóvil. Si deseas ampliarlo, puedes contratar un seguro a todo riesgo o un seguro adicional de cobertura parcial para tu vehículo.