Derecho a tu propio cuerpo

Última actualización: 6/9-2022

En este texto se aborda el derecho a decidir sobre tu propio cuerpo. Podrás obtener más detalles sobre la salud y derechos sexuales y reproductivos. Así pues, se te ofrece información, entre otros, sobre los métodos anticonceptivos, las enfermedades de transmisión sexual, la interrupción del embarazo (o aborto) y las citologías vaginales. También podrás leer sobre sexo remunerado y la Ley de Consentimiento de Suecia. Se habla además de la donación de órganos.

    Salud y derechos sexuales y reproductivos

    La salud sexual y reproductiva consiste en sentirse a gusto con uno mismo en lo que respecta a la sexualidad y la reproducción.

    La sexualidad es un componente importante de la persona que repercute sobre nuestra forma de sentirnos a lo largo de la vida. La sexualidad es más que mantener relaciones sexuales. También es lo que somos, estar cerca de otras personas, nuestros pensamientos y relaciones. Nuestra sexualidad está influenciada por nuestro entorno y por la sociedad en que vivimos.

    La salud reproductiva implica el acceso a una atención médica segura antes, durante y después del parto. La posibilidad de tener hijos depende de cada persona. El servicio de salud podrá asistirte si te resulta difícil tener hijos. Además, para que todos puedan disfrutar de una salud reproductiva apropiada se necesita acceso a abortos seguros y a la posibilidad de elegir métodos anticonceptivos (como preservativos, un dispositivo intrauterino o DIU, etc.).

    Los derechos sexuales y reproductivos son necesarios para que todos puedan gozar de una buena salud sexual y reproductiva. Esto implica que todo el mundo debe poder decidir sobre su propio cuerpo. Tienes derecho a:

    • Decidir si deseas mantener relaciones sexuales, así como cuándo y con quién.
    • Decidir si quieres tener hijos, así como cuándo y cómo.
    • Decidir sobre tu sexualidad.
    • Decidir sobre tu identidad y expresión de género, por ejemplo, como mujer, hombre o persona transgénero.

    La forma en que nos sentimos influye sobre nuestra salud sexual. Los problemas de carácter sexual pueden ser indicios de otras enfermedades o deberse a un tratamiento o a medicamentos concretos. Tenemos derecho a ser informados y atendidos, entre otros, por los sistemas educativo y sanitario para poder cuidar de nuestra salud sexual y reproductiva a lo largo de nuestras vidas.

    Collage con personas jóvenes y mayores y distintos tipos de relaciones amorosas.

    Métodos anticonceptivos

    Los anticonceptivos ofrecen distintas formas de prevenir los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual. Disponer de anticonceptivos es responsabilidad tanto de la persona susceptible de quedar embarazada como de la que puede dejar embarazada.

    Por ejemplo: Nadja y Adam quieren protegerse de un embarazo

    Nadja y su esposo Adam tienen tres hijos en común y buscan una protección segura contra nuevos embarazos. No desean más hijos. Abstenerse de mantener relaciones sexuales los días de mayor riesgo de embarazo o la interrupción del coito les parecen alternativas poco seguras. A unos amigos de Nadja les han ayudado con ello en una clínica de ginecología y en el centro de salud.

    Nadja llama a la consulta de obstetricia y pide cita para que la asesoren. En la consulta de obstetricia es atendida por una matrona, que le habla de distintos métodos anticonceptivos con y sin hormonas. La matrona le indica que los preservativos son apropiados para evitar las enfermedades de transmisión sexual y le enseña también los distintos modos en que pueden aplicarse los anticonceptivos, en forma de pastillas, apósitos, DIU e inyecciones. Existe la opción también de insertar un bastoncito bajo la piel o de introducir un anillo anticonceptivo en la vagina. Además, Nadja o Adam pueden someterse a una esterilización, es decir, una pequeña intervención que impide tener hijos. Ni a Nadja ni a su esposo les interesa esta posibilidad. La matrona pregunta a Nadja si tiene alguna enfermedad que pueda influir en su decisión, comprueba su presión arterial, altura y peso y realiza un examen ginecológico. Nadja quiere reflexionar sobre el tipo de anticonceptivo más adecuado para ella y Adam.

    Al día siguiente Adam llama por teléfono a la matrona para conocer más detalles sobre distintos preservativos y su funcionamiento. La matrona le explica que los hay de diversos tamaños y materiales y le habla de las consultas donde acudir para ayudarle a encontrar el preservativo apropiado. Ahí también podrá reservar una cita informativa sobre el uso del preservativo donde le regalarán condones de distintos tamaños para probarlos en casa. Nadja y Adam piensan que el preservativo les va bien y lo eligen como método anticonceptivo.

      Enfermedades de transmisión sexual

      Las enfermedades de transmisión sexual son aquellas que se pueden contraer al mantener relaciones con alguien que padece una enfermedad susceptible de contagio en los encuentros sexuales. Por ejemplo, la clamidia.

      A las enfermedades de transmisión sexual (ETS) se las llama también enfermedades venéreas.

      Por ejemplo: George piensa que tiene una enfermedad venérea

      George tiene flujos en la uretra y le escuece cuando orina. Ha mantenido relaciones sexuales tanto con Johanna como con Emilio. Acude a su centro de salud porque sospecha que tiene una enfermedad venérea. El médico lo examina y George realiza un análisis de orina y otro de sangre. Pasada una semana recibe el resultado. George tiene clamidia. Se le aplica un tratamiento a base de comprimidos.

      En Suecia hay una ley específica sobre enfermedades contagiosas llamada Ley de Protección contra Enfermedades Infecciosas (smittskyddslagen). Una de las enfermedades contempladas en dicha ley es la clamidia, lo que significa que George no tendrá que pagar la cita, las pruebas ni el tratamiento. Le informan de que está obligado a usar preservativo si mantiene relaciones y que es preferible que se abstenga de ellas hasta completar el tratamiento. Además, debe identificar a las personas con las que ha mantenido relaciones sexuales en el último año. El centro de salud averiguará si alguna de ellas también padece clamidia. Así pues, esta instancia médica se comunica con Johanna y Emilio, que también deberán realizar un análisis. El centro de salud no está autorizado a desvelar que es George quien ha contraído clamidia y les ha proporcionado sus nombres.

      Aunque ni Johanna ni Emilio presentan síntomas deben hacerse las pruebas, ya que es habitual tener una enfermedad venérea y no notar nada. Johanna realiza el análisis en el ginecólogo y Emilio en la consulta juvenil.

        Aborto

        Abortar significa interrumpir un embarazo.

        Por ejemplo: Zahra quiere interrumpir su embarazo

        Zahra está embarazada y quiere realizar un aborto. Todas las mujeres embarazadas tienen derecho a abortar, aunque no sean ciudadanas suecas. Zahra llama a la consulta de abortos del hospital y concierta una cita. Le acompaña al centro su marido Johan, que tiene dudas sobre el procedimiento a seguir. El personal les explica las normas aplicables con los abortos. Se les indica que es la persona embarazada quien decide si va a abortar. El personal también les informa de que, en caso de desearlo, pueden conversar con un asesor sobre su estado emocional. Hasta la semana 18 de embarazo, Zahra podrá decidir por sí misma si quiere realizar el aborto. Entre las semanas 18 y 21 tendrá que aprobarlo la Dirección Nacional de Sanidad y Bienestar Social (Socialstyrelsen). No se permite abortar después de la semana 21.

        Lo más habitual es practicar el aborto con ayuda de medicamentos. A Zahra le dan una pastilla y tendrá que volver al hospital después de unos días. Su esposo Johan la acompaña. Se le entrega entonces a Zahra un medicamento que produce una hemorragia e interrumpe el embarazo. Trascurridas unas horas podrá volver a casa. El aborto puede llevarse a cabo asimismo mediante una pequeña operación. También en ese caso podrá regresar a casa el mismo día.

          Citologías vaginales

          Todas las mujeres de entre 23 y 64 años son citadas por el servicio de salud para la realización de citologías. En ellas, una matrona o un médico tomará una muestra celular del útero. La prueba se realiza por vía vaginal. Se trata de un análisis que revela las posibles modificaciones de las células uterinas. Dichas alteraciones celulares no se aprecian a simple vista ni se sienten, y en la mayoría de los casos no suponen problema alguno. Las modificaciones no son peligrosas en sí, pero pueden evolucionar en cáncer si no se detectan y tratan en una fase temprana. La única manera de detectar las modificaciones celulares es mediante una citología.

          Las citologías se realizan en cuestión de minutos y son gratuitas. No suelen doler y no implican riesgo físico alguno. Si realizas una citología cada vez que te cita el sistema de salud estarás muy bien protegida contra el cáncer de cuello uterino.

          Si tienes entre 23 y 49 años te citarán cada tres años a una citología. Si tienes entre 50 y 64 años te citarán cada cinco a siete años a una citología.

          Identidad de género y cuerpo

          Se llama disforia de género cuando sientes que tu cuerpo no se corresponde con tu identidad de género y eso te provoca sufrimiento. Si tienes disforia de género podrás acceder a una intervención o tratamiento de reasignación de género para sentirte mejor. El objetivo de esta intervención o tratamiento es adaptar tu cuerpo a tu identidad de género. Puede incluir, por ejemplo, una terapia hormonal y distintos tipos de operaciones. También es posible modificar el género con el que figuras en el registro civil y adecuar tu número personal a tu identidad de género. Es lo que se denomina modificar el sexo legal.

          Ayuda para abandonar una relación violenta

          Tienes derecho a recibir asistencia y apoyo si vives con una pareja o una familia que te controla o te somete a actos violentos. Dicha violencia puede manifestarse en todo tipo de relaciones y puede ser, por ejemplo, de tipo físico, sexual o psicológico.

          Si tú o un conocido han sido víctimas de actos violentos, denúncialo a la policía a través del teléfono 114 14. En caso de emergencia, llama al 112. También puedes ponerte en contacto con la comisaría de policía de tu lugar de residencia.

          La violencia puede ocasionar lesiones y otros problemas de salud. Es posible que tengas miedo de lo que puede suceder si dejas la relación. Hay ayuda disponible para abandonar una relación violenta y sentirse mejor. Si quieres ayuda puedes ponerte en contacto con los servicios sociales o con el centro de salud. También puedes llamar directamente a un centro de acogida para mujeres (kvinnojour) o a un servicio de guardia de atención a víctimas de delitos (brottsofferjour), que te pueden informar sobre tus derechos y proporcionarte también ayuda, apoyo y, en algunos casos, alojamiento en una dirección secreta.

          Sexo retribuido

          Sexo retribuido significa recibir una retribución o compensación a cambio de realizar actos sexuales. Los actos sexuales pueden ser de muy distinto tipo. Puede tratarse de mostrarse desnudo o de acariciarse los genitales, o de mantener sexo oral, vaginal o anal. La compensación no tiene por qué ser siempre económica. Las personas pueden realizar actos sexuales retribuidos por motivos muy diversos, por ejemplo, si necesitan dinero, comida, ropa, cigarrillos o un lugar donde dormir. La compensación puede acordarse de antemano o bien a posteriori. En Suecia no es ilegal obtener una compensación a cambio de actos sexuales, pero sí comprar sexo. La normativa se llama Ley sobre la Prohibición de Adquisición de Servicios Sexuales.

          Puedes comunicarte con los servicios sociales o con tu centro de salud si mantienes relaciones sexuales retribuidas y deseas hablar con alguien sobre cómo te sientes u obtener ayuda para dejarlo. Existen también consultorios especiales y asociaciones de apoyo a personas que venden servicio sexuales. También puedes recibir ayuda si ofreces dinero u otra compensación a cambio de sexo y quieres dejar de hacerlo.

            Las relaciones sexuales deben ser siempre voluntarias por ley

            Tienes derecho a decidir sobre tu propio cuerpo y sexualidad. Todos los implicados en una relación sexual han de sentirse a gusto. La ley establece que el sexo debe tener siempre carácter voluntario. Es lo que se conoce como Ley de Consentimiento. El consentimiento al respecto de relaciones sexuales se puede mostrar mediante palabras o a través del cuerpo.

            La Ley de Consentimiento de Suecia establece lo siguiente:

            • Se considera ilegal todo tipo de relación sexual en el que alguno de los participantes no exprese de palabra o demuestre su consentimiento, independientemente de que exista o no un vínculo de pareja o matrimonial.
            • Siempre tienes derecho a cambiar de opinión en cualquier momento, aunque hayas consentido las relaciones sexuales en un primer momento.
            • Existen situaciones que en ningún caso pueden tener carácter voluntario, en concreto, cuando una persona es forzada, amenazada o agredida para aceptar las relaciones.
            • Un menor de 15 años no puede participar voluntariamente en un acto sexual del mismo modo que un adulto. Por tanto, está prohibido que cualquier persona de más de 15 años mantenga relaciones sexuales con un menor de 15.
            • Si has practicado relaciones sexuales con una persona que no haya demostrado su voluntad de hacerlo puedes ser condenado a una pena de prisión.

              Violencia sexual

              Se considera violencia sexual a todo aquel acto de carácter sexual no realizado de forma voluntaria, sino por sentirte forzado o por miedo. Este tipo de actos los puede cometer alguien cercano a ti, como tu pareja, un amigo o un familiar, o también una persona completamente desconocida.

              Los actos pueden ser de muy distinto tipo. Por ejemplo, obligarte a mantener relaciones de un modo o en un momento en el que no lo desees. También puede consistir en amenazas de que va a ocurrirte algo terrible si no accedes al acto sexual, o que la persona te convenza para mantener relaciones aunque hayas dicho que no. Puede tratarse de cosas que otra persona haga contra ti o que te fuerce a realizar. Someter a alguien a violencia sexual, incluso dentro del matrimonio, es ilegal. El perpetrador puede ser condenado a la cárcel.

              Mutilación genital y circuncisión

              La mutilación genital es cuando se extirpa o daña parte del clítoris o de los labios de la vulva en niñas o mujeres. Se trata de una forma de control sobre la sexualidad femenina y es ilegal en Suecia. La mutilación genital se lleva a cabo en la mayoría de los casos en menores de entre 4 y 14 años y se produce, entre otros, en algunos países de África y Oriente Medio.

              La circuncisión en menores con pene implica la extirpación del prepucio. Puede tener un motivo religioso, cultural o médico (por ejemplo, si el prepucio es demasiado estrecho). La circuncisión del pene es legal en Suecia, pero solo la pueden practicar profesionales especialmente cualificados.

              Por ejemplo: Layla ha sufrido una mutilación genital y recibe ayuda en la consulta juvenil

              Layla, de 16 años, visita la consulta juvenil. Lleva tiempo sintiendo escozor cuando orina y sufre con frecuencia infecciones fúngicas (es decir, causadas por hongos). Al examinar a Layla, la matrona Hamida comprueba que ha sufrido una mutilación genital, le informa de esto y le explica que sus molestias se deben a dicha causa. Layla agacha la cabeza y responde que pensaba que era así para todas. La matrona le habla de una consulta que practica operaciones de reapertura de la vagina, lo que puede ofrecer una solución a sus molestias. Layla le responde que se lo va a pensar, recibe información y conciertan una nueva cita para charlar al respecto.

                Trata de seres humanos

                Se llama trata de seres humanos al transporte de personas de un lugar a otro para su explotación con distintas finalidades por parte de terceros. Se puede explotar a personas para obligarlas a ofrecer actos sexuales, trabajar, cometer delitos o donar órganos.

                A algunas personas se las lleva con engaños a otros lugares bajo la promesa de un trabajo y un mejor futuro, mientras que otras son obligadas a desplazarse bajo amenaza y violencia. La trata de seres humanos es una forma de esclavitud y constituye un delito. En Suecia, todos los implicados en la trata de seres humanos pueden ser condenados a una pena de prisión de hasta 4 años.

                Derecho a conocimiento e información

                Para poder decidir sobre nuestro cuerpo, nuestra sexualidad y nuestra salud necesitamos conocimientos e información. Esto es aplicable a todos, tanto niños como adultos, e independientemente de que seamos capaces o no de ver, oír o leer. Todos tenemos derecho a información sobre salud sexual y reproductiva que podamos comprender, lo que significa que los profesionales sanitarios (enfermeros, médicos y matronas) deben facilitar información que el beneficiario de la asistencia sea capaz de entender.

                Puedes tener derecho a un intérprete para comprender la información provista por el sistema de salud. Tienes derecho a entender lo que te dice el personal y que este te comprenda a ti. El intérprete está sujeto a secreto profesional, lo que significa que no puede desvelar a nadie el contenido de las conversaciones.

                Otra manera de obtener información puede ser a través de internet. Se puede acceder a información excelente en relación con la salud y el cuerpo.

                Aquí encontrarás información en distintos idiomas:

                Donación de órganos

                En Suecia, cada año a alrededor de 700 personas con enfermedades graves le reemplazan uno o varios órganos, como por ejemplo un riñón o corazón, con un transplante de un donante.

                Asimismo, el número de órganos donados no es suficiente para cubrir las necesidades. Cada año hay personas que se mueren esperando un transplante sin que llegue a tiempo.

                Tiene derecho a decidir qué hacer con sus órganos depués de la muerte. Puedes escoger entre:

                • No donar sus órganos
                • Donarlos para transplantes
                • Donarlos para transplantes y para ser utilizados en la investigación médica.

                Si no ha informado a sus familiares o cercanos qué quiere hacer con sus órganos después de la muerte, ellos tendrán la potestad de decidirlo.