¿Qué puedes hacer para evitar ponerte enfermo?

Última actualización: 7/6-2023

Acerca de Suecia - un material de educación cívica.

Este texto trata de lo que puedes hacer para evitar ponerte enfermo, por ejemplo, vacunarte o realizar análisis y controles periódicos. También aborda lo que puedes hacer si tú u otra persona se ponen enfermos o se lesionan, tanto en los casos graves como con los problemas menores que puedas tratar tú mismo en casa.

Se informa igualmente acerca de los antibióticos y por qué es fundamental no usarlos de forma innecesaria.

Todos tenemos derecho a disfrutar de la mejor salud física y mental posible. El derecho a la salud es importante para poder hacer realidad otros derechos, como trabajar o asistir a la escuela. Además, los demás derechos influyen también sobre el derecho a la salud. Por ejemplo, no tener una vivienda o un empleo repercute sobre tu estado de salud.

Todos tenemos derecho también a atención médica. Aquellos con una necesidad urgente de asistencia deben ser atendidos de forma prioritaria. Los profesionales sanitarios deben respetar la dignidad de todas las personas. Tienes derecho a ser tratado de un modo profesional y respetuoso por el personal sanitario. Esto es aplicable sin importar tu sexo, identidad de género, origen étnico, idioma, sexualidad, religión o nivel educativo. Sin embargo, no tienes derecho a exigir que te atienda personal específico de un sexo, origen étnico, religión u otro factor similar.

Vacunación de niños y adultos

A los niños se les ofrece vacunación contra 11 enfermedades graves. La primera vacuna se pone en el centro pediátrico cuando el pequeño tiene seis semanas. El centro pediátrico es el encargado de administrar las vacunas antes de la escolarización del menor. Cuando el niño se hace mayor será el servicio médico escolar el responsable de las vacunaciones.

Si tienes 65 o más años, eres una mujer embarazada o perteneces a otro grupo de riesgo podrás vacunarte contra la gripe de forma gratuita cada año.

En internet se difunde en ocasiones información errónea en relación con los riesgos de la vacunación. ¿Has visto este tipo de información equivocada?

¿Qué aconsejarías para averiguar si se puede confiar o no en una información determinada?

Citologías vaginales

Todas las mujeres de entre 23 y 64 años son citadas por el servicio de salud para la realización de citologías. En ellas, una matrona o un médico tomará una muestra celular del útero. La prueba se realiza por vía vaginal. Se trata de un análisis que revela las posibles modificaciones de las células uterinas. Dichas alteraciones celulares no se aprecian a simple vista ni se sienten, y en la mayoría de los casos no suponen problema alguno. Las modificaciones no son peligrosas en sí, pero pueden evolucionar en cáncer si no se detectan y tratan en una fase temprana. La única manera de detectar las modificaciones celulares es mediante una citología.

Las citologías se realizan en cuestión de minutos y son gratuitas. No suelen doler y no implican riesgo físico alguno. Si realizas una citología cada vez que te cita el sistema de salud estarás muy bien protegida contra el cáncer de cuello uterino.

Si tienes entre 23 y 49 años te citarán cada tres años a una citología. Si tienes entre 50 y 64 años te citarán cada cinco a siete años a una citología.

¿Sabes qué aspecto tiene una cita de citología en tu lugar de residencia?

¿Cómo te aseguras de no pasar por alto esta información?

Mamografías

Todas las mujeres de entre 40 y 74 años son citadas cada dos años para realizar una mamografía, es decir, una radiografía del pecho. Las mamografías se efectúan para detectar a tiempo el cáncer de mama. Se trata de un examen gratuito.

A tener en cuenta si has sido sometido a una intervención o tratamiento de reasignación de género

Se llama disforia de género cuando sientes que tu cuerpo no se corresponde con tu identidad de género y sufres por ese motivo. Si padeces disforia de género puedes beneficiarte de una intervención o tratamiento de reasignación que te haga sentir mejor. También tienes la posibilidad de cambiar el sexo con el que has sido inscrito en el registro civil y de obtener un número personal de identidad acorde con tu identidad de género. Es lo que se denomina modificar el sexo legal.

En caso de cambiar tu sexo legal es posible que debas encargarte tú mismo de pedir cita para ciertas actuaciones preventivas como mamografías o citologías vaginales. Consulta con tu centro de salud al respecto.

Atención dental infantil

La atención odontológica es gratuita con los niños y jóvenes menores de 23 años. Los niños son citados por primera vez a un reconocimiento el año en que cumplen 3, tras lo que serán llamados cada dos años. Si es necesario se les citará con una mayor frecuencia.

Estos exámenes son obligatorios, lo que significa que como padre, madre o tutor debes asegurarte de que el pequeño acuda a ellos. Si el niño no se presenta a los reconocimientos pese a las reiteradas citas e intentos de contacto, el servicio de atención dental transmitirá una notificación de inquietud (orosanmälan) a los servicios sociales del municipio.

Reconocimiento médico

A todas las personas que solicitan asilo en Suecia se les ofrece un reconocimiento médico en un centro de salud. Además, a determinados grupos se les puede brindar un examen médico gratuito, por ejemplo, a las personas que están en Suecia sin permiso.

Dicho examen es voluntario y tienes derecho a ser asistido por un intérprete. El reconocimiento médico incluye una charla sobre salud, una analítica y, en caso de requerirse, un sencillo examen físico. En la visita se te informará también sobre tus opciones para beneficiarte de atención sanitaria y odontológica en Suecia. Recibirás una carta con una cita para el reconocimiento. Lleva contigo la tarjeta LMA, el pasaporte u otro documento identificativo.

Contacta con un centro de salud si tienes dudas sobre los exámenes médicos.

¿Por qué piensas que se les ofrece un reconocimiento médico gratuito a todas las personas que llegan a Suecia y solicitan permiso de residencia?

Atención autogestionada

Hay muchas enfermedades y lesiones leves de las que tú mismo puedes encargarte, como un resfriado, fiebre, una gastroenteritis o heridas pequeñas. En esta sección te informaremos acerca de cómo cuidar de tu salud.

Comunícate con el servicio de información médica 1177 Vårdguiden para recomendaciones sobre atención autogestionada. Su teléfono es el 1177. Llamando al 1177 tendrás ocasión de hablar con un enfermero que te asesorará. Puedes llamar al 1177 las 24 horas del día. Algunas regiones ofrecen la posibilidad de asesoramiento en otros idiomas aparte del sueco.

En Suecia, casi todo el mundo suele gestionar por su cuenta los resfriados comunes acompañados de fiebre. ¿Ocurre lo mismo en los lugares donde has vivido antes?

¿O suele la mayoría contactar con un médico?

Resfriados y gripe

Los resfriados y la gripe son infecciones víricas (es decir, provocadas por un virus).

Cuando te resfrías puedes sentirte fatigado. Son también habituales la congestión nasal, el dolor de garganta y la tos. Además, el resfriado te puede causar fiebre, aunque no muy alta normalmente.

Cuando tienes gripe es normal desarrollar repentinamente fiebre alta, tos y dolor de cabeza, muscular y de garganta. El virus de la gripe llega a Suecia todos los años y es común en invierno.

La mayoría de las personas que sufren un resfriado o una gripe no necesitan contactar con el sistema de salud, puesto que estas infecciones suelen curarse por sí solas. Los antibióticos no sirven de ayuda contra virus como los resfriados o la gripe.

Puedes hacer muchas cosas para sentirte mejor. Es aconsejable reposar. Bebe abundante agua si tienes fiebre, ya que se suda mucho. Si sientes un dolor intenso o tu fiebre es alta puedes tomar medicamentos sin receta, como paracetamol o ibuprofeno.

Los resfriados y la gripe se contagian con mucha facilidad. Para evitar infectar a otros es importante lavarse las manos con frecuencia y toser y estornudar en el pliegue del codo.

Puedes comunicarte con el servicio de información médica 1177 Vårdguiden si deseas asesoramiento y ayuda para evaluar tus síntomas.

Fiebre

Se llama fiebre a un aumento de la temperatura corporal por encima de los 38 grados centígrados. Puedes desarrollar fiebre por distintas causas, por ejemplo, un resfriado. Normalmente desaparece por sí sola sin necesidad de tratamiento.

Cuando tienes fiebre es posible que te sientas débil y un poco mareado. Por lo general, al subir la temperatura corporal tienes escalofríos, y al descender sudas. Puedes tomarte la temperatura con un termómetro en la boca, el recto, la axila, la frente o dentro de la oreja. Sigue las instrucciones del termómetro empleado.

Si tienes fiebre, abstente de ir al trabajo o a la escuela para que tu cuerpo descanse. No hagas ejercicio.

Gastroenteritis

La gastroenteritis suele presentarse súbitamente. Provoca vómitos, diarrea y malestar general. Aunque te sientas mal, en la mayoría de los casos mejorarás en cuestión de días. Es importante que descanses y bebas mucho para no deshidratarte.

Si tienes gastroenteritis, no vayas al trabajo ni a la escuela para evitar contagiar a otros. Lávate las manos con frecuencia. Permanece en casa hasta 48 horas después de los últimos vómitos o diarrea.

Primeros auxilios

Se recurre a los primeros auxilios para salvar vidas o ayudar a alguien que se ha lesionado, por ejemplo, al hacerse una herida o una pequeña quemadura.

Un ejemplo de primeros auxilios para salvar vidas es la reanimación cardiopulmonar (RCP) o el despeje de las vías respiratorias de una persona que se está ahogando.

Llama siempre al 112 en caso de emergencia o si hay alguien inconsciente.

Reanimación cardiopulmonar (RCP)

Se recurre a la reanimación cardiopulmonar para poner en marcha el corazón y la respiración de una persona que ha entrado en parada cardiorrespiratoria. Antes de practicarla, debes verificar si la persona está consciente y respira. Si no es así, llama al 112 e inicia una maniobra de reanimación cardiopulmonar. En el 112 podrán asesorarte sobre el modo de efectuar dicha maniobra.

La RCP se practica realizando 30 presiones fuertes sobre la caja torácica de la persona inconsciente e insuflándole luego 2 veces aire por la boca. Deberá repetirse esta maniobra hasta que llegue la ambulancia.

Muchos sitios cuentan con desfibriladores, es decir, un aparato que permite aplicar una descarga eléctrica a la persona en parada para reiniciar su actividad cardiaca. Todo el mundo puede usar los desfibriladores. No es necesario contar con formación médica.

Ten en cuenta que estas recomendaciones solo son aplicables a la reanimación cardiopulmonar de adultos. La RCP no se lleva a cabo del mismo modo con los niños. El sitio web del Consejo de Reanimación Cardiopulmonar de Suecia (HLR-rådet) brinda más detalles acerca de la RCP y videos donde se muestra el modo de practicarla tanto a adultos como a niños de distintas edades.

Una persona practicando una reanimación cardiopulmonar a otra tendida en el suelo.

Debes practicar para poder sentirte cómodo realizando una RCP. Existen cursos específicos para ello. El sitio web del Consejo de Reanimación Cardiopulmonar de Suecia incluye información sobre lugares que ofrecen cursos.

Atragantamientos

Si una persona se atraganta, debes tratar de extraer el objeto atascado, aun en el caso de que el afectado se encuentre inconsciente. Si la persona queda inconsciente, llama al 112 e inicia una maniobra de reanimación cardiopulmonar.

La forma más sencilla de expulsar de la garganta un objeto bloqueado es tosiendo. Por tanto, si la persona tose, anima a esta a seguir haciéndolo. Ahora bien, si no puede toser por sí misma deberás ayudarla. Para ello, dale firmes palmadas sobre la espalda o presiones abdominales.

Quemaduras

Puedes sufrir quemaduras si, por ejemplo, te cae encima agua hirviendo o te quemas con la placa de cocina. En caso de quemaduras podrás mitigar el dolor echando agua templada directamente sobre la piel afectada. No enjuagues más de 15 minutos. Las quemaduras superficiales suelen curarse por sí solas. Sin embargo, si te quemas mucho, deberás ser atendido en un hospital.

Medicamentos

Los medicamentos se compran en las farmacias. Algunos medicamentos solo se venden con receta médica, es decir, un médico debe decidir que los necesita tomar. Este es el caso de antibióticos que puede necesitar si tiene una infección bacteriana, por ejemplo la amigdalitis o la neumonía. Entonces el médico le da una receta médica y puede comprar el medicamento en una farmacia.

Los farmacéuticos también saben mucho de diferentes enfermedades y medicamentos, y pueden responder a muchas de sus preguntas. En la farmacia también hay información y folletos sobre diferentes enfermedades.

Si es mayor de 18 años puede comprar medicamentos que no requieren receta, como por ejemplo analgésicos, en los supermercados.

Si tiene dudas sobre sus medicamentos puede ponerse en contacto con el Servicio de Información de Medicamentos. Por ejemplo, le pueden responder cómo funcionan los medicamentos, cómo debe tomarlos y cómo debe conservarlos. Llame al Servicio de Información de Medicamentos al 0771-46 70 10.

Resistencia a los antibióticos

Los antibióticos son uno de los fármacos más importantes en la atención sanitaria. No obstante, el sistema de salud los ha usado en exceso (en ocasiones, de forma equivocada), tanto en Suecia como en el resto del mundo, lo que ha hecho que determinadas bacterias no reaccionen ante ningún antibiótico. Se dice entonces que las bacterias se han vuelto resistentes. Si las bacterias aumentan aún más su resistencia a los antibióticos, enfermedades habituales como la neumonía serán imposibles de curar con su ayuda.

El propio sistema inmunitario del organismo es capaz de combatir un gran número de enfermedades e infecciones originadas por las bacterias. El médico evaluará si necesitas antibióticos. Si usas antibióticos con frecuencia, tu sistema inmunitario se volverá menos eficaz. Por eso es importante que solo recurras a los antibióticos cuando realmente lo necesites.

Los antibióticos no pueden curar enfermedades víricas habituales como el resfriado, la gastroenteritis, la gripe o la varicela. Es el sistema inmunitario del cuerpo el que debe encargarse de ellas. Suele haber disponible vacunas para las enfermedades víricas más graves.

Tú puedes contribuir a prevenir la transmisión de infecciones bacterianas y a reducir la resistencia a los antibióticos:

  • Lávate las manos con frecuencia.
  • Acepta las vacunas que te ofrece el sistema sanitario. Ello disminuirá el riesgo de que enfermes y tengas que usar antibióticos.
  • Recurre a los antibióticos solo en caso necesario.
  • Nunca utilices los antibióticos que hayan sobrado tras un tratamiento. No des nunca antibióticos a otras personas. Esto es también aplicable a los antibióticos para animales.
  • Entrega en la farmacia los antibióticos que no hayas usado. No los tires a la basura o al inodoro, ya que acabarán en el medio natural. Las bacterias pueden volverse resistentes más rápido si se deposita una gran cantidad de antibióticos en la naturaleza.